Situada al noroeste del continente americano, Alaska es definitivamente uno de los destinos más hermosos del mundo. Son varias las razones que justifican esta afirmación, como por ejemplo que es el lugar ideal para observar la aurora boreal, un fantástico fenómeno que se presenta en muy pocas zonas del planeta. También porque es el hogar de los glaciares más imponentes de La Tierra, como los de Prince William Sound y los de Matanuska.
Alaska cuenta con 17 parques nacionales que, a través de volcanes y cadenas montañosas, ofrecen una amplia oferta de turismo para todos los gustos. Entre los más visitados se destacan el Parque Tikchik, el área natural más grande del estado; el Parque Nacional del Valle de Kobuk, conocido por albergar un caudaloso río que lleva su mismo nombre; y el Parque Nacional Fiordos de Kenai, en donde se pueden ver orcas, focas, leones marinos y, con un poco de suerte, ballenas jorobadas.
Contrario a lo que muchos piensan, en Alaska hay varias ciudades y pueblos habitados. La más grande es la ciudad de Anchorage, conocida como la capital urbana y cultural. En sus calles se combina un ambiente antiguo y moderno, que se ve representado en galerías de arte, museos y varios restaurantes. Una de las atracciones más famosas de este lugar es el Teleférico Alyeska, que ofrece un memorable viaje por una asombrosa ladera montañosa.