El Grand Hotel Manila se inauguró en 1957 y se convirtió en centro artístico y cultural visitado por lugareños y famosos de todo el mundo por igual debido a su proximidad al teatro del Liceu. El edificio lo mandó erigir la Compañía General de Tabacos de Filipinas, que tenía su sede central al otro lado de la calle.
La larga historia del hotel, acompañada de la tradición de la marca Le Méridien, el arte contemporáneo repartido por el edificio y la ubicación en uno de los vecindarios más creativos de la ciudad, conforman una receta única que promueve la imaginación, invita a los encuentros sociales y empresariales, y estimula los sentidos.